Escuchar en directo

Leo Maciá

Locutor/a

Recuerdo cuando era pequeña, siempre que veía pasar una estrella fugaz pedía un deseo, casi siempre  inacabado porque el destello era mucho más rápido que mis ideas.

Hacer radio es algo así, es ese instante que nunca vuelve, es una emoción que únicamente se da en ese momento y si no eres hábil pasa a otro diferente sin dar tiempo al deseo. La radio es como ese nervio en la boca del estómago, cuándo enmudeces en la décima de segundo que dura un cometa. Saber manejar ese segundo incluso con un silencio, es hacer radio. Es como subir la escalera de Santa Bárbara hacia la atalaya del monte San Cristóbal, el castillo, el nuestro, dónde lo que importa no es lo angosto del viaje sino, la ventana que deja mirar una maceta mínima y harapienta. Es como si de los orígenes del marquesado de Villena, solo estuviese escrito el final.

Ser parte de este equipo es estar siempre dentro de un centrifugado de ideas. Es salir de tu zona de confort de una manera sutil para experimentar nuevas cosas. De  percibir caminos con piedras, pero con salidas al final. Es contagiarse de sí quiero y por tanto sí puedo. Es sentir la atracción  de una tendencia que te empuja a crear constantemente. Donde no cabe la rutina. Con la premisa de que con el cambio y la constancia llega el camino. Es como fabricar un algodón de feria, se hace por el giro constante. Es: ¿qué sabes hacer? Utilízalo.

Y os lo cuento así porque llegué a esta radio de la noche a la mañana, por una serie de casualidades y de cruce de personas que no estaban previstas que se cruzaran en mi vida, pero se cruzaron, y de un día para otro ocurrió. De lo mínimo a lo máximo en cuestión de meses. Se creó un hueco para mí por esa actitud camaleónica  de la que hay que estar hecha para formar parte en  esta casa.

Contar una historia con principio, desarrollo y final, y que te transporte al instante de una estrella fugaz.  Como  decía Camarón, mi potro de rabia y miel en COPE Villena MQR.